Fomentamos
Parroquia San Francisco Javier (Bilbao)
Grupo de Mayores
El grupo se propone crecer en la fe, fomentar la amistad y ser miembros activos de la Comunidad Parroquial.
Para ello, y mediante reuniones de sus miembros en pequeños grupos, intenta comenzar este nuevo proyecto en la madurez de la vida, para vivir en plenitud esta etapa.
Sus elementos inspiradores son:
- La escucha y el diálogo.
- La reflexión espiritual.
- El crecimiento personal.
- La amistad.
- Compartir vivencias.
Pretende con ello, prestar un servicio a:
- la sociedad
- la iglesia
- los mayores
- las familias
- los excluidos
La oración de los mayores es un don para la Iglesia, es una riqueza, una gran inyección de sabiduría para la sociedad. (Papa Francisco. 11-3-2015).
RESUMEN de ACTIVIDADES del curso 2023-2024
El grupo se propone crecer en la fe, fomentar la amistad y ser activos en la Comunidad Parroquial. Se trata de un grupo que escucha (no escucha “algo” sino a “alguien”). Es cuestión de disfrutar de la compañía de Dios sintiendo a Jesús como amigo, con sinceridad. No somos ciudadanos de segunda división, por lo que no se trata de entretenernos solamente. Pensamos y por tanto queremos aportar nuestro grano de arena a la comunidad donde vivimos. Este curso decidimos reflexionar sobre las Obras de Misericordia.
De “aprender a ser ancianos” hemos evolucionado a “encuentros de mayores”; este cambio ha permitido incorporar al grupo 2 personas que no están en el colectivo de jubilados y que funcionan en él sin ningún problema.
En las puestas en común, se dan a conocer oraciones, actividades parroquiales y sociales, datos al servicio de los demás para el compromiso personal posterior que cada uno gestiona al margen del grupo.
En mayo hemos tenido un recuerdo especial para María, Madre de la Iglesia, difundiendo una catequesis sobre las conocidas oraciones “Salve” y el “Magnificat”; finalizamos rezando todos juntos “Saludo a María”.
Para la Iglesia es importante encontrar su sitio en la sociedad; pero no es suficiente, hay que trabajar para que esté configurada en su totalidad por el principio de la misericordia. La compasión es lo único que puede hacer a la Iglesia de hoy más creíble y más humana. La misericordia está siempre pronta al perdón e implica una acción de ayuda a los necesitados, un compromiso activo.
La parábola del samaritano pone de relieve la compasión, condenando el cinismo de un mundo sin Dios. El samaritano no tenía perjuicio de ley, le importaba el herido, y así se paró; miró, lo tocó y lo curó con aceite; el levita y el sacerdote no quisieron, ni pudieron expresar misericordia, porque se lo impedían sus leyes de pureza religiosa.
En la parábola, el hijo pródigo vuelve por hambre, no por bondad, pero lo hace, y el padre lo ama y ese amor misericordioso puede transformarlo; ni el pródigo es justo, ni el hermano mayor es injusto. Misericordioso y bueno solo es el padre porque quiere que los 2 hermanos vivan en perdón, juntos en la misma casa, en abundancia compartida. El tema no es el arrepentimiento del menor, ni la razón que tiene el hermano mayor, sino la ternura del padre, que acoge y perdona. La oración ha de entenderse como expansión y fundamento de la misericordia.
Los miembros del grupo han aportado además 61 colaboraciones sobre libros y filmes (6), artículos de opinión (12), ¿qué y dónde podemos hacer? (16), sinodalidad (4), conflicto árabe-israelí (8), campañas incluyendo suscripciones a nuestra parroquia (3), conferencias (5) y noticias (8) que están disponibles para todos los que las soliciten de la Comunidad Parroquial.
El grupo actualmente consta de 19 miembros, de una edad media de 83 años, el 52% mayores de 90 años, que comenzó hace tres años con 15 (ninguno se ha dado de baja). Todos vamos a seguir, encontrándonos más integrados en la Comunidad Parroquial e invitamos a nuevas personas para que se unan al grupo. En cuanto a sugerencias para el curso que viene las reuniones han de hacerse en círculo en lugar de una mesa alargada, sacar temas como la familia, la depresión y sus consecuencias, el sufrimiento desde un punto de vista positivo, el Evangelio y la liturgia.
Respecto a aspectos concretos de nuestra labor, ha sido importante la asistencia (81% de media); sus ausencias son ocasionales y se justifican por motivos médicos, familiares y sociales. La puntuación media (de 0 a 5) alcanzada está entre 3,6 para el café y las pastas y el 4,3 de la información de actividades; puntuaciones intermedias son las conseguidas para la lectura bíblica, el trabajo personal, las oraciones, las puestas en común, el fomento de la amistad, la formación religiosa, el aumento en conocimiento de nuestra parroquia y el de Cáritas y otras instancias con las que colaborar.
Como tema de reflexión hemos analizado, aspectos generales de las Obras de Misericordia, así como específicamente dar de comer al hambriento y beber al sediento, acoger al extranjero, vestir al desnudo, visitar/cuidar al enfermo y a los presos, y enterrar a los muertos.
Hemos puesto el énfasis en lo que podemos hacer nosotros personalmente para resolver o aliviar los problemas analizados practicando, más que poniendo el acento en lo que tienen que hacer los terceros para solucionarlos.
Misericordia Mariana. Reina y Madre de Misericordia, la Salve, y el Magnificat. (Catequesis).
María, madre de Jesús, ha sido y sigue siendo para los cristianos un signo especial de misericordia. La piedad popular católica ha puesto más de relieve la Salve, una antífona del S.XII d.C., que interpreta a la Madre de Jesús como signo y compendio de la misericordia de Dios y de su Hijo Jesucristo, en la línea del Espíritu Santo.
Ha consolado y sigue consolando a millones de sufrientes de la tierra que buscan a través de ella un consuelo en el Dios de Jesucristo. Esta oración puede y debe completarse con una catequesis de la misericordia de Dios que es lo que a continuación vamos a hacer.
Ciertamente, la oración de la Salve sigue siendo muy valiosa, en tiempos duros, de fuerte desconsuelo, en clave mística de superación del mal, recuperando en perspectiva mariana elementos importantes de la piedad bíblica.
Esta oración empieza saludando con “Salve” a una persona importante, cuyo nombre solo se dirá al final. Salve significa en latín “salud, ten salud” y es una fórmula normal de cortesía utilizada por el ángel de la Anunciación (Lc 1,18), que ha sido “adaptada” en la traducción del Avemaría, que empieza diciendo también “Dios te salve, María, llena de gracia…”
Reina y Madre de Misericordia. Como Reina (autoridad) y Madre (engendradora de vida), María aparece, así, como signo del Dios bíblico.
Vida, Dulzura, Esperanza nuestra. La Madre de Jesús aparece ante todo como Vida. La Salve identifica la Dulzura de Dios y de Jesús con María, que es Madre, cuya “leche” entendida en sentido espiritual, es dulce para sus devotos. María es finalmente Esperanza, no solo del orante individual, sino de todos los condenados, amargados (tristes), en cuyo nombre elevamos nuestra plegaria.
A ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Los orantes se encuentran encerrados en un valle de lágrimas, sin puerta de salida, sin más esperanza que la Madre buena.
Es pues Señora, Abogada nuestra. Ella no es una figura militar, sino abogada defensora, que intercede por los suyos ante el juicio inapelable de Dios.
Oh clemente, oh piadosa, oh dulce virgen María. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Señor Jesucristo. Amen. Terminadas ya las peticiones, el orante se despide, de manera emocionada, retomando con admiración los títulos que expresan la misericordia de María. María, esta es la última palabra, una persona concreta, figura central de la misericordia histórica de Dios.
La Salve debe completarse con el Magníficat y, en sentido más extenso, con el conjunto del mensaje bíblico, leído desde nuestra perspectiva social y eclesial.
Magníficat (Lc1,46-55).
Mi alma engrandece al Señor y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad (pequeñez) de su sierva; por eso todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí cosas grandes (maravillas) el Poderoso, cuyo nombre es santo. Su misericordia se derrama de generación en generación sobre los que le temen.
Desplegó el poder de su brazo y dispersó a los que se engríen con los pensamientos de sus corazones. Derribó a los potentados de sus tronos y ensalzó a los humildes (elevó a los oprimidos). A los hambrientos los llenó de bienes, y a los ricos los despidió vacíos.
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia. Según lo que había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.
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La primera estrofa ofrece la definición más completa de Dios. La segunda estrofa proclama la acción de Dios en el pasado y presente de los hombres. La tercera estrofa describe lo que Dios dice y realiza en María, que se hallaba ya preparado y prometido desde el principio de la llamada israelita.
Los tres gestos (mirar, hacer, recordar) despliegan y expresan la acción de Dios al servicio de los hombres.
Estas ideas han sido extractadas del libro “Entrañable Dios” de X.Pikaza y J.A. Pagola, páginas 91-94 y 178-188 editado por Verbo Divino en 2016.
Oración: Saludo a María.
Feliz porque has creído, ¡Oh Madre del Señor!
Señora del Sí al Señor.
Feliz, tú, porque has creído lo imposible
y saliste a hacer camino de creyente,
por la estepa misteriosa de los senderos de Dios.
Feliz, tú, Señora fiel, porque dejaste tu proyecto
el día en que Dios te presentó sus planes.
Feliz, tú, porque te fiaste de la palabra y no pediste nunca evidencia,
ni trazaste los caminos de Dios, sino que aceptaste sus caminos.
Feliz, tú, mujer en marcha, madre fecunda,
porque Dios te ha cubierto con su sombra.
Feliz, tú, Virgen fiel, porque hiciste del Señor tu Dios, tu único tesoro.
Feliz, tú, porque te dejaste empobrecer
hasta que Dios pudo ocupar tu corazón.
Feliz. Tú, porque todas las generaciones miramos hacia ti,
y en ti descubrimos la creyente fiel,
la Virgen del SÍ, la esclava del Señor.
Objetivos del curso 2022-2023
- Continuar con las reuniones mensuales
- Temas de reflexión. Eje vertebrador del curso: Evangelio de Mateo.
- Además, abordar aspectos complementarios que aborden la sinodalidad, el despertar o aumentar la sensibilidad religiosa en nuestra parroquia (se sugiere a título individual conocer los documentos del Papa Francisco) , visitas guiadas, concurso-juego cultural sobre Tierra Santa, aprender de los iconos, analizar Vidas de Santos.
- Elaborar hojas informativas sobre los distintos grupos que trabajan en la parroquia, y hojas informativas de las actividades parroquiales.
- Participar a título individual en la vida o en las actividades generales de la parroquia (sacramentos,especialmente Unción de los Enfermos, catequesis, concursos de conocimientos bíblicos, tierra santa o religiosos en general, Cáritas, Legión de María…), incidiendo en las personas desconectadas.
- Retomar el aspecto lúdico complementario que favorezca la amistad y la identidad entre los componentes del grupo, (cafés, pastas…).
RESUMEN de ACTIVIDADES del curso 2021-2022
a) El Grupo inicia su andadura en el 2021. A lo largo de 9 encuentros, y partiendo de sus objetivos y elementos inspiradores, su objetivo fundamental este año ha sido constituir el grupo y su identidad.
Formado por 15 personas, se parte de que la vejez no es una enfermedad, y hasta puede ser un privilegio. La soledad puede ser una enfermedad, pero… con la caridad, la cercanía y el consuelo espiritual podemos curarla.
Se trata de crear un grupo de amistad, que escucha (no escucha “algo” sino a “alguien”), siendo partícipes de la vida parroquial y eclesial a través de la Eucaristía, elemento esencial para el espíritu, la Oración, la Celebración de la Palabra y la Participación en las demás actividades parroquiales. Es cuestión de disfrutar de la compañía de Dios y mirar a Jesús como un amigo, con sinceridad.
b) En los encuentros del año se ha reflexionado sobre algunos de los apartados de la exhortación Gaudete et Exultate del Papa Francisco, concretamente sobre actitudes a cultivar o corregir en relación con la necesidad de dar testimonio cristiano en nuestro vivir cotidiano y en la actualidad de nuestra sociedad; sin un espíritu tristón, sino con alegría y sentido cristiano.
Concretamente: “Aguante, paciencia y mansedumbre”, “Firmeza interior y gozo del bien realizado por los otros”, “Alegría y sentido del humor” y “La Comunidad, y prestar atención a los pequeños detalles”.
Los encuentros han reforzado la fuerza interior de los componentes del grupo, siempre basada en la fe y el apoyo divino. A continuación se exponen algunas ideas de lo reflexionado:
- La firmeza interior es la que nos hace aguantar y soportar las contrariedades. Nos facilita ser santos, vencer al mal mediante el bien y disfrutar con ello, incluso rezando por los enemigos o los malos cuando no podemos hacer otra cosa.
- Sólo podemos ser santos con minúsculas a partir de la solidez cristiana. Sólo así podemos ser pacientes y constantes a la hora de hacer el bien. Confiar exclusivamente en nuestras fuerzas y méritos conlleva al fracaso.
- Y todo lo hemos de hacer convencidos de nuestra responsabilidad; alcanzar el gusto y la felicidad no deben ser los motivos; ésto llegará por añadidura sin saber cuándo.
- El bien lo identificamos con la debilidad. Si lo practicamos desconcertaremos al que esté en contra y pretenda hacer el mal. El fuerte termina por ceder al débil cristiano; esa es nuestra fortaleza; fortaleza que sin embargo no es exclusiva de los creyentes, por lo que se nos pide humanidad y una vida llena de valores positivos sin distinción de personas. Comunicar, aprender y prevenir sin amargura, sin dejarse vencer, sin creernos los mejores. Si nos convencemos de todo esto y lo practicamos, paradójicamente estamos, somos, fuertes.
- La crítica hay que evitarla cuando no es constructiva; pocas veces es verdaderamente constructiva. Educar sanamente a los hijos y nietos en la fe y en los valores conlleva una crítica y firmeza constructiva ineludible.
- La Iglesia, la Diócesis, nuestra Comunidad parroquial necesita de nosotros y de todos los creyentes; somos la base de las mismas. La alegría no es incompatible con el dolor por los oprimidos. A los cristianos se nos ha tachado de tristes, incompatibles con la alegría y el sentido del humor que no necesariamente tiene que ver con el bullicio (ver reflexión de Federico Elorriaga en El gozo luminoso). No se ha enfatizado lo suficiente al respecto; es necesario estar alegres para vivir adecuadamente el cristianismo; es una experiencia que tenemos que agradecer. Eso sí, el sentido del humor ha de evitar ser a costa de terceros. La alegría tiene que ver con unos determinados sentidos de la vida, entre ellos el cristiano. Por eso cristianos y no cristianos hemos de realzar lo que nos une y aminorar lo que nos separa para así diariamente estar alegres. ¿Cómo y por qué hemos de estar alegres, en base a nuestra creencia en el estilo de vida de Jesús de Nazaret?.
- Hemos recordado detalles a cuya atención invitaba Jesús a sus discípulos. El pequeño detalle de que se estaba acabando el vino en una fiesta, significa estar atento. El pequeño detalle de que faltaba una oveja significa no conformarse con echarla en falta. El pequeño detalle de la viuda que ofreció sus 2 moneditas significa que el pobre, el sencillo puede aportar y cuando responde da de lo suyo, no de lo que le sobra. El pequeño detalle de tener aceite de repuesto para las lámparas por si el novio se demora significa ser previsores ante los acontecimientos. El pequeño detalle de pedir a sus discípulos que vieran cuantos panes tenían, o el de tener un fueguito preparado y un pescado en la parrilla mientras esperaba a sus discípulos de madrugada significa el cuidado del grupo que hemos de tener. El cuidarnos unos a otros es una consoladora experiencia que nos hace descubrir la verdad y la felicidad que sobrepasa el brillo tenebroso de las fiestas de la tierra. Pedir permiso con delicadeza, dar las gracias hasta por los mínimos detalles y obtener el perdón (perdonar y dejarnos perdonar) es esencial, tal y como Sta. Teresa de Lisieux nos ha dicho. El Evangelio se cumplirá en su totalidad al final de los tiempos, versión del popular refrán “el que ríe el último reirá mejor”. En conclusión hay que seguir, hay que seguir probando, hay que seguir resistiendo.
c) A lo largo de 1 hora y 30 minutos, a las 17.30h., se comienza con una oración y además de las reflexiones mencionadas, se intercambian noticias y temas, por ejemplo:
- Homilía de Adviento y consumismo de Pedro Saez .
- Mayores: nuestra misión en el mundo actual.
- El gozo luminoso de Federico Elorriaga s.j. .
- Anuncio de la película “Llegaron de noche” y solicitud de valoración para quien pueda verla de la película “El beso de Dios” .
- Anuncio del encuentro “El cristiano en la vida pública” .
- Encuentro de miembros del grupo con Javier Garaizar (responsable de Cáritas de Abando-Albia).
- Anuncio de actividades del grupo de Cáritas de la Unidad Pastoral (Proyección de Surcos, Charla en Centro Cívico sobre la nueva Ley de valoración de la capacidad en discapacitados).
- Recepción de plegarias u oraciones aportadas por miembros del grupo.
- Oferta a toda la Comunidad Parroquial en el templo, de un acto de culturización, reflexión y oración en torno a la Virgen, apoyándose en la imágen (icono) escultórica con la que contamos en la iglesia, realizada por Lucarini.
- Artículo “Una Iglesia transparente y con vocación social”.
Los documentos (escritos, artículos…) están a disposición de quienes estén interesados.
d) El octavo encuentro se dedicó a la sensibilización con el lenguaje de los iconos, a través de las imágenes que existen en nuestra Parroquia, especialmente con María Madre de la Iglesia Universal, finalizando el mismo con la siguiente oración:
Oh María,
tú resplandeces siempre en nuestro camino, como un signo de salvación y esperanza.
Nosotros confiamos en tí, salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, salvación de todos los pueblos sabes lo que necesitamos y estamos seguros que proveerás, como lo hiciste en Caná de Galilea, para que nunca nos falte la misericordia divina.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, pues ha cargado sobre sí mismo con nuestros dolores y sufrimientos para llevarnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, tú que atiendes nuestras súplicas y líbranos de todo mal,
oh Virgen gloriosa y bendita.