Parroquia San Francisco Javier

Señor, quiero ser un hombre o mujer de Adviento.
Hazme ser persona que vive el Adviento, que vive «en Adviento»,
revísteme, ahora, de Adviento. Dime cómo soy y seré si lo vivo.

Es una persona que tiene los ojos limpios, muy despiertos,
porque debe leer el misterio de la vida,
porque debe entender los signos de los tiempos,
porque debe descubrir las huellas del Amado.

Tiene también los oídos afinados, muy abiertos,
porque debe escuchar los mensajes ofrecidos,
y escuchar las voces de los pequeños,
los gritos de las víctimas, los anuncios de los profetas.

Es una persona que tiene las manos abiertas, desprendidas,
se hace pobre, se siente pobre, sabe que el Reino de Dios les pertenece…y lo espera también para los pobres;
manos disponibles, serviciales, generosas,
para que el Reino de Dios siga germinado y crezca la fraternidad y el cuidado de la casa común.

Es una persona de corazón ardiente,
escucha la palabra y se enardece,
escucha la promesa, lee los signos de los tiempos,
y se enciende, contagia el optimismo,
desata la esperanza, cree en la utopía y la trabaja.
Su oración favorita es: Ven Espíritu de Dios;
Ven, adelanta el Día del Señor que todos deseamos».